martes, 27 de noviembre de 2012

La clase de cerámica.


Mi primera clase de cerámica, empezó como nunca me hubiera imaginado, tenía dos horas libres a la semana a las que quise emplear para entrar en el mundo de la arcilla.
Siempre me llamó mucho la atención, todo lo que mis manos pudieran tocar, sentir y acariciar. Y creía que sería positivo para mi, saber apreciar toda la sensibilidad de las que están provistas.
Puntual como siempre, me presente en el aula de cerámica, algo perdida, pues me habían dicho que se hacia cargo una profesora y allí  no estaba, en cambio entre los demás alumnos, se movía un chico, dando retoques y consejos, yo desde el marco de la puerta abierta seguí sus movimientos.
Antes que yo terminase de observar el aula entera, se volvió y su mirada se posó en mi, sonrió agradablemente y vino a mi encuentro.
Hola soy Lulú, me presente torpemente, pensé que esta clase la daba otra persona, por esta razón no sabía si entrar o quizás me había equivocado, le espete sin saber que más decir.
Luego me di cuenta, que de entrada me había sentido como una tonta por mi comentario. A quien le interesa más una profesora que un chico tan simpático, como parecía dar muestras este.
El, dio la impresión de no darle importancia a mis palabras, y muy amablemente, me indico que pasara y dejara mis cosas en el espacio destinado para ellas, lejos de las salpicaduras de barro que yacían por aquí y por allí, No me dieron impresión las personas que allí estaban de saber mucho, por lo que debían ser nuevas  en esa actividad.
Haciendo caso a Alex, que fue como se presento el chico, deje mis pertenencias, y me hice con el último delantal que colgaba de la percha, esperando a la última alumna.
Menos mal que yo ya había previsto llevar ropa cómoda para la ocasión. Vestía tejanos y una simple camiseta que ceñía mi cuerpo, quizás demasiado, pero es que me gustaba esa en particular.
A sus indicaciones me senté en el único sitio que quedaba vacío, detrás del todo, al final de la clase.
Alex me dio unos minutos, para que yo me sentara y pusiera cómoda.
Debía sentarme con las piernas abiertas alrededor del torno, Alex le dio al botón y aquello empezó a girar dando vueltas, gracias a dios que no había nada encima, porque yo pensé que era muy arriesgado ponerme directamente allí. Le mire a la cara y vi su gran sonrisa, sus ojos color gris ceniza, que le daban un aire gatuno, el pelo algo largo le caía por la frente, lo que hacía que tuviera que apartarse el mechón a menudo, para despejársela, ese gesto me hizo gracia, y se me escapo una sonrisa, que intente disimularla con un   __ ya estoy preparada… creo__
Acto seguido coloco un trozo de barro en forma de un gran huevo, en medio de la platina del torno.
Sin enseñarme nada previamente me vi tomando el barro con las dos manos y gracias a que daba vueltas muy despacio no hice una barbaridad, aquello se aflojo como si mis manos lo hubieran fundido.
Alex, rio de mi espanto y bordeándome se instalo sentado detrás mio, en un taburete alto.
Sumamente apretado a mí, paso sus manos por debajo de mis brazos hasta alcanzarme las manos, recogiendo el material y volviéndolo a su ser, el huevo… Lo notaba tan cerca que podía incluso oler su cuerpo y el calor que lo impregnaba.
Los demás estaban absortos en su propio trabajo, y no nos prestaban atención, ni nos miraron, cosa que agradecí.
Cerca del torno cerámico había un pequeño barreño con agua, a la que debíamos mojarnos las manos de cuando en cuando, para ir afinando el barro y que no se pegara a las manos.
Cada vez que había que mojarse las manos, él me acercaba al agua al tiempo que empujaba mi cuerpo con el suyo, me pidió que dejara las manos sueltas para que él pudiera sin esfuerzo ir dándole forma al barro mientras daba vueltas el torno sin parar. Así yo iba dándome cuenta del resultado.
El contacto de Alex en mi espalda, no dejaba que me concentrara en la forma que poco a poco se iba formando en una simple jarrita.
Ese chico estaba haciendo, de una simple clase de cerámica, algo tan sensual, que yo no pensaba nada más que en sus manos, se deslizaban entre las mías como parte de mi cuerpo, las sentía suaves, fuertes, sus dedos se movían con gran soltura a pesar de tener cogidos los míos, mi respiración se hizo más profunda por momentos.
Cuando me decidí a asistir a esas clases, no se me pasó por la cabeza que podía sentir tales sensaciones, las que ahora mismo mi cabeza estaba maquinando, deje de fijarme en el torno y empecé a pensar como serian esas manos acariciando mi cuerpo.
Me vi tumbada en la cama con Alex a mi lado, pasando sus manos por mi cuerpo desnudo, ebrio de sensaciones, a la luz tenue de las velas, que decoraban y daban un suave olor a coco que tanto me gusta y la música de fondo, muy suave para no perder ni un solo susurro de la voz sensual de ese hombre, que había entrado de lleno en mis pensamientos.
Sentí mil  sensaciones, mi piel absorbía todo el placer que él me daba, se me erizaba el bello mientras sus manos me recorrían todo el cuerpo, nuestros cuerpos vibraban al unísono y entre jadeos y suaves palabras, desperté de ese sueño al que me había llevado, el hecho de  sentir sus manos sobre las mías.
Supongo que Alex, se dio cuenta que me encontraba muy lejos de allí, inmersa en mis pensamientos, ni me había dado cuenta, que la arcilla había tomado forma de bonito jarrón y yo seguía en babia, de golpe note que me había soltado las manos y como no….yo deje que aquel pequeño objeto, se estropeara por no estar por lo que debía de estar.
Me miro a la cara después de moverse muy despacio y ponerse delante mio y me pregunto que tal lo había visto.
Yo, tenía las mejillas rojas, y la boca entreabierta, parecía despertar de algún embrujo y una sonrisa ilumino mi cara.
Realmente no supe que decir, me temblaba el pulso, mis muslos sentían los músculos tirantes por la posición y el cosquilleo que sentía, era principalmente de placer.
Me recompuse rápidamente y dije que había resultado una grata experiencia a la que con mucho gusto volvería la próxima semana.
Él se quedo mirando la arcilla descompuesta y perplejo de mi satisfacción por aquello, le pareció que iba a ser una alumna algo difícil de sacar partido.

¡¡Salí de allí feliz!! pensando en mi nueva clase de cerámica…..

Lola_Louise

4 comentarios:

  1. Por fin me decido a escribirte una nota. Sigue escribiendo y disfrutando mientras lo haces. Yo seguire leyendote y disfrutando mientras te leo.
    Un besote fuerte. Fdo :El del parchis .

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  2. Me alegro que por fin comentes algo, aunque eres el que más me está costando de identificar, jajaaj. De todos modos gracias.
    Un besazooo para ti. :)

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  3. Me ha gustado tu forma de describir algunos detalles ,ajenos al tema del relato.Leyendo se puede aprender mucho de quien escribe ,sigue escribiendo.LUC

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  4. ¿Qué es lo que has averiguado de mi ???? jajaaj. Eso me lo dirás
    en la intimidad. Un saludo LUC.

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