Mi primera clase de
cerámica, empezó como nunca me hubiera imaginado, tenía dos horas libres a la
semana a las que quise emplear para entrar en el mundo de la arcilla.
Siempre me llamó
mucho la atención, todo lo que mis manos pudieran tocar, sentir y acariciar. Y
creía que sería positivo para mi, saber apreciar toda la sensibilidad de las
que están provistas.
Puntual como siempre,
me presente en el aula de cerámica, algo perdida, pues me habían dicho que se
hacia cargo una profesora y allí no
estaba, en cambio entre los demás alumnos, se movía un chico, dando retoques y
consejos, yo desde el marco de la puerta abierta seguí sus movimientos.
Antes que yo
terminase de observar el aula entera, se volvió y su mirada se posó en mi, sonrió
agradablemente y vino a mi encuentro.
Hola soy Lulú, me
presente torpemente, pensé que esta clase la daba otra persona, por esta razón
no sabía si entrar o quizás me había equivocado, le espete sin saber que más decir.
Luego me di cuenta,
que de entrada me había sentido como una tonta por mi comentario. A quien le
interesa más una profesora que un chico tan simpático, como parecía dar
muestras este.
El, dio la impresión
de no darle importancia a mis palabras, y muy amablemente, me indico que pasara
y dejara mis cosas en el espacio destinado para ellas, lejos de las
salpicaduras de barro que yacían por aquí y por allí, No me dieron impresión
las personas que allí estaban de saber mucho, por lo que debían ser nuevas en esa actividad.
Haciendo caso a Alex,
que fue como se presento el chico, deje mis pertenencias, y me hice con el
último delantal que colgaba de la percha, esperando a la última alumna.
Menos mal que yo ya
había previsto llevar ropa cómoda para la ocasión. Vestía tejanos y una simple
camiseta que ceñía mi cuerpo, quizás demasiado, pero es que me gustaba esa en
particular.
A sus indicaciones me
senté en el único sitio que quedaba vacío, detrás del todo, al final de la
clase.
Alex me dio unos
minutos, para que yo me sentara y pusiera cómoda.
Debía sentarme con
las piernas abiertas alrededor del torno, Alex le dio al botón y aquello empezó
a girar dando vueltas, gracias a dios que no había nada encima, porque yo pensé
que era muy arriesgado ponerme directamente allí. Le mire a la cara y vi su
gran sonrisa, sus ojos color gris ceniza, que le daban un aire gatuno, el pelo
algo largo le caía por la frente, lo que hacía que tuviera que apartarse el
mechón a menudo, para despejársela, ese gesto me hizo gracia, y se me escapo
una sonrisa, que intente disimularla con un __ ya estoy preparada… creo__
Acto seguido coloco
un trozo de barro en forma de un gran huevo, en medio de la platina del torno.
Sin enseñarme nada
previamente me vi tomando el barro con las dos manos y gracias a que daba
vueltas muy despacio no hice una barbaridad, aquello se aflojo como si mis
manos lo hubieran fundido.
Alex, rio de mi
espanto y bordeándome se instalo sentado detrás mio, en un taburete alto.
Sumamente apretado a mí,
paso sus manos por debajo de mis brazos hasta alcanzarme las manos, recogiendo
el material y volviéndolo a su ser, el huevo… Lo notaba tan cerca que podía
incluso oler su cuerpo y el calor que lo impregnaba.
Los demás estaban
absortos en su propio trabajo, y no nos prestaban atención, ni nos miraron,
cosa que agradecí.
Cerca del torno
cerámico había un pequeño barreño con agua, a la que debíamos mojarnos las
manos de cuando en cuando, para ir afinando el barro y que no se pegara a las
manos.
Cada vez que había que
mojarse las manos, él me acercaba al agua al tiempo que empujaba mi cuerpo con
el suyo, me pidió que dejara las manos sueltas para que él pudiera sin esfuerzo
ir dándole forma al barro mientras daba vueltas el torno sin parar. Así yo iba
dándome cuenta del resultado.
El contacto de Alex
en mi espalda, no dejaba que me concentrara en la forma que poco a poco se iba
formando en una simple jarrita.
Ese chico estaba
haciendo, de una simple clase de cerámica, algo tan sensual, que yo no pensaba
nada más que en sus manos, se deslizaban entre las mías como parte de mi
cuerpo, las sentía suaves, fuertes, sus dedos se movían con gran soltura a
pesar de tener cogidos los míos, mi respiración se hizo más profunda por
momentos.
Cuando me decidí a
asistir a esas clases, no se me pasó por la cabeza que podía sentir tales
sensaciones, las que ahora mismo mi cabeza estaba maquinando, deje de fijarme
en el torno y empecé a pensar como serian esas manos acariciando mi cuerpo.
Me vi tumbada en la
cama con Alex a mi lado, pasando sus manos por mi cuerpo desnudo, ebrio de
sensaciones, a la luz tenue de las velas, que decoraban y daban un suave olor a
coco que tanto me gusta y la música de fondo, muy suave para no perder ni un
solo susurro de la voz sensual de ese hombre, que había entrado de lleno en mis
pensamientos.
Sentí mil sensaciones, mi piel absorbía todo el placer
que él me daba, se me erizaba el bello mientras sus manos me recorrían todo el
cuerpo, nuestros cuerpos vibraban al unísono y entre jadeos y suaves palabras,
desperté de ese sueño al que me había llevado, el hecho de sentir sus manos sobre las mías.
Supongo que Alex, se
dio cuenta que me encontraba muy lejos de allí, inmersa en mis pensamientos, ni
me había dado cuenta, que la arcilla había tomado forma de bonito jarrón y yo
seguía en babia, de golpe note que me había soltado las manos y como no….yo
deje que aquel pequeño objeto, se estropeara por no estar por lo que debía de estar.
Me miro a la cara
después de moverse muy despacio y ponerse delante mio y me pregunto que tal lo
había visto.
Yo, tenía las
mejillas rojas, y la boca entreabierta, parecía despertar de algún embrujo y
una sonrisa ilumino mi cara.
Realmente no supe que
decir, me temblaba el pulso, mis muslos sentían los músculos tirantes por la
posición y el cosquilleo que sentía, era principalmente de placer.
Me recompuse
rápidamente y dije que había resultado una grata experiencia a la que con mucho
gusto volvería la próxima semana.
Él se quedo mirando
la arcilla descompuesta y perplejo de mi satisfacción por aquello, le pareció
que iba a ser una alumna algo difícil de sacar partido.
¡¡Salí de allí feliz!!
pensando en mi nueva clase de cerámica…..
Lola_Louise
Por fin me decido a escribirte una nota. Sigue escribiendo y disfrutando mientras lo haces. Yo seguire leyendote y disfrutando mientras te leo.
ResponderEliminarUn besote fuerte. Fdo :El del parchis .
Me alegro que por fin comentes algo, aunque eres el que más me está costando de identificar, jajaaj. De todos modos gracias.
ResponderEliminarUn besazooo para ti. :)
Me ha gustado tu forma de describir algunos detalles ,ajenos al tema del relato.Leyendo se puede aprender mucho de quien escribe ,sigue escribiendo.LUC
ResponderEliminar¿Qué es lo que has averiguado de mi ???? jajaaj. Eso me lo dirás
ResponderEliminaren la intimidad. Un saludo LUC.